Este post se lo dedico a lo que he denominado: El síndrome del juguete.
Tal situación no hace más que establecer esas situaciones donde pasa algo como:
"Tengo mi pelota. Cuando era nueva me gustaba mucho y no quería que se manchara ni nada. Luego con el tiempo dejé que se ensuciara pero inmediatamente la limpiaba. Más adelante ya me valió y si se empuercaba pues ni modo.
Ahora a veces la juego, pero más bien hago otras cosas con mi tiempo. Además como ya soy niño grande ya hago cosas de niño grande.
Un día se me perdió la pelota y lloré todo el día y toda la noche. Soñé con mi pelota y en la mañana hice un dibujo que pegué en el refrigerador. Extraño mucho mi pelota. Busqué las fotos donde sale mi pelota.
Ah, pero después encontré mi pelota. Me emocioné mucho, la abracé y besé aunque tenía lodo untado. La lavé y quedó como nueva, hasta le hice una camita y me dormí con ella dos días.
Un día me levanté y por jalar la cobija creo que la pelota se cayó abajo de la cama, no la he visto, pero por ahí ha de andar... O bueno, luego veo."
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