30.6.09

El juego del amor



Oh!!! Una amiga escribió una idea que me encantó como para desarrollarle más.

"Si amaste a alguien y no funcionó, ¿significa que no era tu alma gemela? ¿Fue un/a finalista en este show llamado "Felices por Siempre"?"

Pues he de decir que el concepto me agrada bastante y de hecho si creo que tenga una estructura del estilo.

Cuando somos más chicos nos enamoramos por primera vez, o creemos hacerlo. Luego termina la relación y lloramos un poco o nada. Después de unos días nos parece que no era gran cosa, aunque siempre recordamos el debut en el amor.

Conforme va pasando el tiempo a veces logramos tener relaciones más largas o en las que dejamos que la otra persona entre en nuestras vidas un poco más que la anterior... aunque en algunos casos, si nos fue mal en la anterior nos cerramos y con el paso del tiempo vamos bajando la guardia.

En fin, creo que todos o casi todos han pasado por ese recorrido que empieza por ahí de la adolescencia y sigue adelante hasta llegar a los finalistas. Jajaja, de verdad me da risa como el concepto del amor va entrando a la analogía de una eliminatoria donde primero es práctica, práctica, práctica y luego vienen las semifinales, finales, y eventualmente la gran final de finales. Hasta para quienes son dados al futbol se puede ilustrar de ese modo.

Muy probablemente más de una persona dirá que qué mecánica puedo ser, pero en serio, piénsalo.

Me parece que conforme vamos avanzando niveles, van creciendo los grados de dificultad y en ellos pueden ir un montón como: estabilidad emocional, estabilidad económica, tiempo disponible para estar, gusto por tal o cual actividad, etc. Es decir, que los requisitos para pasar a los nuevos retos se hacen mayores, o en el caso contrario es probable que quienes no consiguen cubrir las necesidades tengan que quedarse con personas de niveles menores.

Con esto me refiero a algunas personas talvez no logran cubrir las necesidades propias de los niveles finales y entonces siguen saliendo y saliendo con quienes no pueden comprometerse porque algo se los impide, sea emocional o circunstancial. No sé si me explique, pero creo que talvez si.

Como sea, pienso que los diferentes retos van siendo propios de determinadas edades, y por ello que conforme vamos creciendo vemos cosas como: se la pasan juntos, se van de viaje, van con la familia de X, van al cumpleaños del tío, se casan. Hay etapas, y las relaciones van siendo adecuadas para cada edad y para el nivel de adaptación de cada persona.

Pero, ¡taraaan! Llegamos a la final donde una persona se da cuenta de que tiene ganas de establecerse, teniendo pensamientos como: Igual con este/a me caso (cuando de adolescentes sabemos de sobra que es temporal y aunque hacemos planes de como se llamarían los hijos no esperamos realmente que suceda), me gustaría vivir con el/ella, creo que podría tener hijos con el/ella, y otras del estilo...

Entonces es el momento donde se establecen relaciones buscando al ganador/a de nuestro corazón. Alguien que nos guste, que nos acompañe, que nos platique, con quien nos divirtamos, con quien gocemos hacer cosas en pareja, con quien estemos en general bien.

De modo que conocemos a alguien que parece tener todas estas cualidades, y pasamos un mes, dos meses, seis meses, un año... y así. Pero de pronto hay cosas que ya no están tan bien. Ah, pues es que ese es un nuevo nivel de juego: ponerse de acuerdo y aprender a ceder. ¿Y que pasa si no se salta el obstáculo? Hmm, pues como en esta parte ya el juego deja de ser individual y se convierte en un juego de pareja, los dos se van al carajo juntos.

Y a volver a empezar... Pero como en muchos otros juegos, la parte del principio ya es menos compleja y se puede pasar rapidamente. Lo dificil llega cuando nuevamente nos encontramos con los retos de los últimos niveles.

En fin, pues así es esto... o no, pero creo que a veces por eso nos cuesta tanto trabajo darnos por vencidos en las relaciones de las finales, porque quisiéramos que ese finalista ya fuera ganador. Igual y no, o igual la gran decisión no es la adecuada.

Una idea para masticar...

Más que unos cuantos

El otro día estaba escuchando una historia acerca del Padre de la Logoterapia, de como al ser capturado en un campo de concentración Nazi, se decidió a escribir todas sus vivencias y el modo en que sobrellevaba la ínfima y lastimera condición de vida de aquel momento. Al juntar sus anécdotas y lograr publicarlas después de que logró salir con vida del campo, se convirtió en un ser respetado por su coraje de vivir y la capacidad de sobreponerse, entre otras cosas.

Francamente no me voy a meter mucho con tal personaje, cuya historia fuera de eso no conozco. Sin embargo el punto que quiero tocar es: por qué muchas personas admiran a unos cuantos.

Estoy conciente de que existen personas admirables por sus hazañas, por su sabiduría, y otras tantas razones, pero a lo ue voy es que creo firmemente que si esa admiración se dirige a los que se animan a ir más lejos.

Todos nacemos con infinitas capacidades y si bien es cierto que algunos tenemos mayor talento o habilidad en ciertas cosas, también es cierto que otros son más aptos para otras cosas. De ahí que existan tantas actividades, formas de expresión y estilos de vida.

Simplemente no me parece cuando alguien dice: es que no puedo, eso no es lo mío. Puede ser que no tenga tan bien desarrollada la habilidad para tal o cual cosa, pero ¿por qué no buscar en lo que si se puede crecer?

Nunca seremos todos iguales, eso haría un mundo aburridísimo. Pero no creo que sólo unos pocos sean los que poseen todas las buenas ideas, o el potencial deportivo, musical, poético, etc.

Esto meramente es una invitación a no ser un fan más de el artista, el escritor, o el atleta, sino a hacer un análisis de en que se es bueno.

¿Alguna vez te has puesto a pensar en qué eres verdaderamente sobresaliente? No tiene que ser lo que todos caifican como interesante o divertido, sino algo que te haga sentir bien para tí mismo.

Creo que este es el mejor modo de ir más allá.

15.6.09

Colores que matan


¿Alguna vez has visto una de estas tiendas donde venden cosas a tres pesos (literal)? ¿Has visto esos accesorios que venden como son liguitas para el pelo, broches u otras cosas súper baratas?

Y más importante aún, ¿te has preguntado por qué son tan baratas?

Bueno, pues hay un punto importantísimo para todas estas cosas, pueden tener (y casi es un hecho que tengan) pigmentos que puedan resultar perjudiciales para la salud, además de que lo hagan con productos de muy mala calidad.

Últimamente he estado hasta el cuello de trabajo, pero con un tema buenísimo: decorado y acabado de plásticos (¡Ñoñela ha vuelto!). Dentro de este tema se encuentra lo relacionado a como se le da color a los plásticos, que es a través de pigmentos.

No me voy a detener mucho en explicar como se hace la incorporación del color al plástico porque me imagino que francamente te importa un reverendo cacahuate, pero si un día quieres saberlo te digo. El punto importante es que así como hay empresas que venden pigmentos formulados de acuerdo a la necesidad del producto (lo que llaman "soluciones a la medida"), hay otras empresas con toda la actitud de "su bronca".

Con lo anterior me refiero a dos puntos. En el primero, el cliente llega con la empresa y le dice: ah mira quiero hacer tapas para botellas de color rojo #0123(Pantone), pero mis tapas van a estar expuestas al sol y la bebida tiene tales características. Entonces el de la empresa le desarrolla digamos que tres formulaciones, que pueden tener elementos como antioxidantes, o filtros UV (por aquello del sol), o tamaño de partícula equis (por ser tapas para que duren más), y otras cosas, pero lo más importante es que si se va a utilizar en cosas de alimentos, farmaceútico o juguetes, el pigmentos debe tener una aprobación que es la FDA (Food and Drugs Administration). Este tipo de certificaciones las piden especialmente las empresas grandes como Unilever, Procter & Gamble o FEMSA (Coca-Cola), entre otras del estilo, porque no pueden llevar al mercado un producto que no esté completamente seguro para el público.

Bueno, pero entonces regresándonos un poquito... El fabricante del color en concentrado para aplicarse, llamado masterbatch, le presenta tres opciones o equis número de opciones al cliente y finalmente se hace la decisión. Sin embargo existen dos situaciones desventajosas para el uso de un pigmento decidiendo a lo tonto, o sólo por el tema dinero: (1) el pigmento no sirve, o (2) contiene formulaciones con metales pesados.

En el primer caso, una persona en entrevista me comentaba que llegaron a pedirle un equis color, pero se negaron a decir cual era la aplicación por tema de confidencialidad. El productor le da el color que piden con algunos protectores para el pigmento, es decir, que aguantara más. El cliente muy feliz se va a hacer miles de botellas y resultó que el producto que envasaban era uno de estos limpiadores oxigenados que remueven todo, y ¡oh sorpresa!, la botella se despintó porque el limpiador se chupó el color. Moraleja: no te hagas el confidencial y evita broncas.

En el otro caso, pues como sabemos lo metales pesados son dañinos en grandes cantidades para la salud. El cuerpo humano tiene en su composición química metales pesados, así como muchos otros elementos que podrían ser perjudiciales, lo importante es que están en determinadas concentraciones y una vez que se superan hay problemas.

Los colores más brillantes como son los amarillos muy intensos, o rojos, verdes y demás muchas veces tienen ese gran brillo y saturación por obtenerse a partir de reacciones químicas (si, juntan liquiditos y salen colores) donde están involucrados elementos químicos como bromo, cromo o plomo.

Muchos de los transformadores de plástico (la gente que hace muñequitos, charolas, y demás) piden este tipo de pigmentos porque son muy vistosos, y porque soluciones similares a partir de otro tipo de reacciones resultan hasta 50% más caras, y como nadie quiere perderle, pues que se joda la gente que no sabe lo que está comprando.

Así mismo, las empresas que yo denomino responsables hacen la formulación de acuerdo al producto, y hay otros productores que denomino irresponsables que hacen sus concentrados de color en bolsitas (como si fuera cereal) y los llevan a La Merced u otros lugares para que se vendan en estantes. Así el transformador agarra su color y se lo pone a su producto, pero "el confía en que el producto es bueno" y el productor piensa que "es responsabilidad del que lo usa", y total que nada más se echan la bolita.

Una vez más encontramos la importancia de que se trabaje de manera conjunta por la sociedad, pero como a todos les vale y sólo quieren sacar beneficio económico (especialmente en mercado donde los centavos sí hacen la diferencia), pues el que se atonte pierde.

Parece ser que el año que viene va a entrar alguna regulación que limite el uso de pigmentos que puedan ser tóxicos en toda clase de productos plásticos, puesto que el pigmento no es el problema solito, sino que al no saber la aplicación del producto final es posible que tanto el pigmento como otros aditivos migren (se "evaporen", salgan) hacia la superficie aumentando el posible daño en personas o en el ambiente una vez que se desechan. Pero mientras tanto la tarea es de cada quien...

En la medida de lo posible les recomiendo que eviten comprar productos de dudosa procedencia sólo por ser baratos, especialmente lo que se vende en negocios de tres pesos, o cosas de tianguis, y similares. Yo soy del tipo de persona que procura cuidar la economía, pero creo que no vale la pena arriesgarse por ahorrar un poco utilizando aretes, cosméticos, platos, u otras cosas del estilo por su precio.

Para cerrar un dato curioso. Muchos de los popotes que venden en cajitas baratísimos son hechos con plástico que es lo que se saca de la basura. ¿Lavado? Quien sabe. ¿Qué pigmento se usa? Quien sabe. ¿Grado FDA? Jajaja, no lo creo.

9.6.09

Escozor

Hay gente que me molesta.

He pensado que hay gente que de entrada sencillamente no te cae bien, o puede incluso pasar como que "no te importa"; la ignoras y punto, y no por payasa sino que sencillamente no tiene algo que te motive a hablarle o tratar de hacer amistad o tener cualquier clase de contacto. Pero, ¿qué onda cuando alguien que te no te importa se la pasa haciendo cosas para llamar la atención?

caray, no sé, pero yo creo que la gente que se la pasa haciendo toda clase de idioteces para que la vean, para que sepan que está y para que le aplaudan todo lo que hace, es el tipo de persona a quien realmente nadie pela, o que nunca le hicieron caso, y luego se trata de reafirmar a base de idioteces.

Por eso tantas personas qeu se visten de merolicos cuando ni al caso, o que se la pasan haciendo ruido, riéndose fuerte, brincando todo el tiempo, etc., etc., etc.

Cuando veo a alguien en ese estado, es cuando surge en mí un horrible escozor al momento en que "empiezan", y lo que más desearía sería gritar: ¡cállate!, o decirle una perrada como: nadie te quiere en tu casa, ¿verdad?

Ash.

3.6.09

¡Yo decido!

En los últimos días han sucedido en mi vida algunas cosas que para no hacer más historia: NO QUIERO QUE PASEN.

Hace algún tiempo caí (y sigo) en la idea de estar cansada de que "me pasen cosas". Si en todo caso de verdad me pasan cosas es porque no estoy siendo participe activamente de mi existencia y sólo veo todo venir.

Me he dado cuenta de que cuando estoy por mi cuenta tengo conmigo la actitud de "el cliente siempre tiene la razón", es decir, dejo de ser permisiva con cosas que no me parecen, dejo de darle el paso a gente que evidentemente se me está echando encima, le repito a las personas mi saludo (en señal de "edúcate, te estoy saludando"), y hasta a mi jefa ya le medio paré el alto. Sencillamente estoy fastidia de todas esas cosas donde la gente quiere disponer por sus pistolas.

Eso no quiere decir que me haya convertido en una perra, quiere decir que seré buena onda con quien haya que serlo, pero con quien se porte mal no habrá sonrisas ni nada.

No sé, no sé... Ya em cayó la onda de que debo ver un poco más por mí y no pasarmela en mal plan porque estoy molesta porque todo mundo o todas las cosas me joden y yo dejo que pasen... y luego resulto ser la víctima. Pues no, nada más haré lo que tengo que hacer y tan tan.