Como dicen en las enseñanzas básicas de Derecho, existe el mundo del ser y el mundo del deber ser, es decir, lo que es y lo ideal. Lo malo es que normalmente esas dos condiciones no existen en el mismo espacio y lugar.
A ese respecto hay muchas cosas que deberían ser, y entre ellas yo debería ser más mensita, menos perceptiva, más dejada, aguantadora, no quejosa, sumisa y tantas más. Por suerte para mí, y desgracia para otros, en mi mundo del deber ser y del ser, ninguna de las anteriores es adecuada para mí.
Como anteriormente lo expuse: soy una persona honesta, congruente hasta donde me da la conciencia, responsable, justa en todo lo que está a mi alcance, y sobre todo, respaldo cada una de mis ideas, acciones, percepciones hasta que una mejor razón me es expuesta, caso en que no tengo mayor inconveniente en pedir una disculpa o aceptar mi error y buscar la manera de aprender. Por todo esto y más puedo decir que me siento muy orgullosa de mí.
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