Isla de Plástico

Ha aparecido una nueva isla en el océano. En ella no hay vida animal o vegetal, es una Isla de Plástico. Muchos se preguntarán ¿cómo llegó todo ese plástico hasta la mitad del océano para formar esta concentración?, o ¿quién fue a tirar tanta basura a esa parte del océano?, o incluso ¿y qué tan grande puede ser?

Debido a que los diversos productos plásticos que usamos día a día se fabrican con diferentes tipos de plástico, aquellos que tienen menor densidad a la del agua marina (diferente al agua corriente por concentración de sal) flotan en el océano y son arrastrados por corrientes superficiales hasta puntos donde dichas corrientes se juntan. Por ello la Isla de Plástico puede contener basura de virtualmente cualquier parte del mundo, aunque seguramente proviene principalmente de ciertas regiones más o menos cercanas al lugar. Entonces efectivamente la basura que hoy tiras en la calle, puede ir a dar a un río y eventualmente cruzar el mundo a través de corrientes marinas para terminar en medio del Pacífico.

La cada vez más sonada isla, que es en realidad una zona de concentración de plásticos que parece más una sopa plástica, ha llamado la atención de grupos ecologistas, oceanólogos, y muchos otros investigadores, por los efectos adversos que puede generar al ecosistema marino, que está sin duda en peligro por estos residuos plásticos, y por su tamaño, que se ha comparado con la extensión superficial de Francia, es decir, más de 600 mil kilómetros cuadrados.

El peligro al que se enfrentan animales y otro tipo de seres en el lugar es principalmente a la ingesta de artículos plásticos, o en otros casos a ser atrapados por partes plásticas. En 1999, un estudio realizado concluyó que la densidad de plástico flotando en el llamado Giro Central del Pacífico Norte, y comparando la cantidad de plástico con la de plancton, esta era de seis a uno.

Sin embargo, es importante señalar que el plástico por sí mismo no es el problema, ya que únicamente es un producto que como otros tantos pasa por la mano del hombre (así como hay una Isla de Plástico – que es lo que flota – debe haber toneladas de otros plásticos, metales, vidrio, y toda clase de residuos en el fondo del mar). Son las políticas insuficientes de concientización ecológica y falta de entusiasmo de la sociedad lo que realmente contamina todos esos mares y demás ecosistemas.

Entonces, la próxima vez que tires una bolsa de plástico en la calle o cualquier envoltura, piensa que en las fotografías de tortugas comiendo plástico, o peces atrapados en envolturas el culpable del sufrimiento de esos animales no es el plástico, sino tú si no tomaste una mejor acción de desecho.

Por suerte, hay creciente interés por parte de la sociedad de tomar acciones en pro del ambiente, y estas para ser realmente efectivas, no radican en aportar dinero, o usar bolsas biodegradables (que no ayudan en realidad sino que causan más problemas)… La solución está en hacer uso responsable de nuestros productos, reciclar correctamente y evitar utilizar productos como bolsas o contenedores desechables para un solo uso.